Comprender discursos extensos incluso cuando no están estructurados con claridad y cuando las relaciones están sólo implícitas y no se señalan explícitamente.
Comprender sin mucho esfuerzo los programas de televisión y las películas.
Comprender textos largos y complejos de carácter literario o basados en hechos, apreciando distinciones de estilo.
Comprender artículos especializados e instrucciones técnicas largas, aunque no se relacionen con mi especialidad.
Expresarse con fluidez y espontaneidad sin tener que buscar de forma muy evidente las expresiones adecuadas.
Utilizar el lenguaje con flexibilidad y eficacia para fines sociales y profesionales.
Formular ideas y opiniones con precisión y relacionar mis intervenciones hábilmente con las de otros hablantes.
Presentar descripciones claras y detalladas sobre temas complejos que incluyen otros temas, desarrollando ideas concretas y terminando con una conclusión apropiada.
Ser capaz de expresarme en textos claros y bien estructurados exponiendo puntos de vista con cierta extensión.
Poder escribir sobre temas complejos en cartas, redacciones o informes resaltando lo que considero que son aspectos importantes.
Seleccionar el estilo apropiado para los lectores a los que van dirigidos mis escritos, incluso poder estar en la capacidad de pedir un empleo.